Reflexiones Sobre Taichi; Vol 7, Nº 10, Junio 2007

Long River Taichi Circle. Wolfe Lowenthal. Cheng Man-ching

Mariano Dukuen desde Mar de La Plata, Argentina, pregunta:

¿ Como es tu rutina de entrenamiento diario ? ¿ Que me recomiendas ? ¿ Algún chikung o solo la forma ?

Respuesta de Wolfe

Practico un mínimo de dos horas diarias, constantemente recuerdo al Profesor Cheng comentandonos que el solo hace dos formas al día; una por la mañana y otra por la noche. Sin embargo, él solía decir, "Practico Taichi todo el tiempo. Apoyo mi pie sintiendo el aire como agua; Me siento erguido con mi pie conectado a la tierra - el respaldo de la silla es para colgar el abrigo. Y cuando camino o me siento, concentro mi chi en el tantien"

La meta es convertirnos seres de chi moviendonos en el mar de chi. Solo en los últimos años he comenzado a comprender esta idea, y tengo que decir que es maravillosa.

Practicar la forma por la mañana y por la tarde, todos los días sin fallar!. Entonces extiende tu practica a tu vida: busca concentrar el chi en el tantien, tan a menudo como puedas; busca relajarte, y enrraiza tus movimientos hasta que el aire tome la sustancia y peso del agua (e incluso más, como acero)

Ahora tengo 68 años, y a pesar de que ya no soy joven, a pesar de experimentar la edad con todos los deterioros que la acompañan, me siento esencialmente saludable y más vital que nunca. Y siento más que nunca que el Taichi es un arte maravilloso, un preciado regalo para todos nosotros.

-Wolfe

Y como más que una evidencia de sincronicidad, el mismo día que respondí a Mariano, recibí lo siguiente de Richard Shaw:

Estimado Wolfe

Quisiera compartir contigo un reciente avance en la práctica diaria de nuestro estudio. Te lo envío directamente de mi diario de Taichi:

Con afecto desde el Gran Oceano, Richard. El aire como agua convirtiéndose en aire como acero

La otra mañana mientras hacia la forma concentrado, como a menudo hago, en que el aire tuviese la sustancia y peso del agua. En mi tercera ronda de Taichi ralentizé todo y experimente aún con más claridad la sustancialidad del agua contra todas las superficies de mi cuerpo; tanto avanzando como retrocediendo, tanto en el frente como detrás.

Tome conciencia de las oleadas creadas al moverme en el aire como agua y consciente de como salían de mi todo el tiempo hacia las paredes, y al mismo tiempo consciente de las contracorrientes creadas tras de mi en mis desplazamientos. A su vez, note como esta sensibilización hizo el flujo de chi circulante aún más pronunciado.

Profundizando en esta experiencia, y practicando despacio, llegue al primer "cepillar la rodilla" anterior al primer puño. Estaba sintiendo la resistencia y el peso del aire como agua hasta un grado tal que llego un momento donde, a pesar de que el chi continuaba circulando, lo considero como si el movimiento llegase a una parada completa, como si hubiese topado con una pared. Era tal el peso para mi que no podía avanzar ni un milímetro más. Para poder continuar tras este aparente estancamiento necesite buscar un enrraizamiento aún más profundo. Al tiempo que lo hice encontre la manera de empujar a través de este pesado y solido bloque de atmosfera.

Había tenido dificultades previamente con la idea del Profesor Cheng del aire como acero. Parecía un concepto antitético a nuestro arte en general y al flujo de chi en particular. Me recordó a como nos referimos a la vía del Tao como “la vía del curso del agua”. El aire como agua, si, pero ¿el aire como algo tan sólido y compacto como el metal?. Parecía contrario a cualquier cosa que tenga que ver con el cuerpo humano o su movimiento. Cula fue mi sorpresa al encontrar este peso y densidad como el acero de primera mano. La diferencia, descubrí, fue encontrarlo como una cualidad del propio chi más que como una idea o concepto mental.

Continuando la forma; era excepcional, el peso y la solidez que previamente el aire como agua me había dado. Estuve enraizado como anclado por el peso de la atmósfera un par de veces o más y con firmeza tuve que relajarme y enraizarme, relajarme y enraizarme, mientras permitía al chi brotar desde los pies y liberarse a través de las manos. Fue una exploración en la cual no tenía otro recurso que dejar que 4 onzas movieran 1000 libras, o probablemente seguiría anclado en esa habitación, capturado en “cepillar la rodilla” como un bronce.

-Richard Shaw

Wolfe escribe:

(Sobre el tema de la práctica)

Hará unos 20 años, un gran profesor en NY me contó una pequeña historia:

“Imagina que hubiese un botón, bajando por Times Square, y que todo el mundo sabe que todo lo que debes hacer para ser feliz es ir y pulsarlo… mucha gente encontraría una excusa para no hacerlo”

Al principio pensé que estaba equivocado, pero con lo años he cambiado de idea. Estamos tan increíblemente atrapados in nuestro miedo, tensión y rigidez.

Por ejemplo, estaba hablando el otro día con una madre, que sufría por la ansiedad que sentía por el desarrollo de sus hijos. Cuando la sugerí que se relajase, se puso furiosa, como si la hubiese pedido que los abandonara. Profundamente ella sintió – sin ser consciente del sentimiento- que su ansiedad era proteger a sus hijos. Soltar esta ansiedad – para ir y pulsar el botón de Times Square- era en su mente como entregar a sus hijos al enemigo.

Por supuesto que esta no era la cuestión. Su ansiedad no era una protección, pero en muchos casos nos refugiamos en la falsa creencia de que necesitamos ese miedo y la infelicidad asociada con el.

La gran virtud de nuestro kung-fu es la manera en que el chi disipa el miedo/infelicidad, permitiéndonos comprender que el miedo es un bloqueo. Lo más importante de “comprender” no es intelectual, es experimental.

Nuestra practica debe ser continua para profundizar en esta comprensión. Demasiado a menudo el “no me apetece practicar hoy” es nuestra excusa para no bajar a Times Square a pulsar el botón. Nuestra rigidez nos hace retroceder como si se sintiese amenazada.

-Wolfe

Nuestro chico en Toulouse, Dorian Shaw, escribe:

A menudo me he sentido frustado en mi camino en el Tai Chi por los pobres resultados de mis grandes esfuerzos para mantenerme el balance usando un acercamiento lineal bidimensional; añadiendo un poco de yin en alguna parte para compensar el exceso de yang en el lado opuesto.

Sinónimos de equilibrio son: estabilidad, equilibrio, firmeza, uniformidad, palabras que nos dan un rango de opciones para interpretar el balance. He estado basando mi comprensión en algunas de ellas, con más énfasis en la firmeza y estabilidad de la postura, y la base de firmeza y la forma estática de estabilidad.

A través el empuje de manos con un compañero, el concepto de “balance” empezó a expandirse y a desarrollar significados más elusivos. El territorio mental y físico en los cuales la armonía y desarmonia puede fluctuar se hace más amplia y menos reducida a un solo componente o aspecto lineal del equilibrio. Se va forjando una idea de que el balance puede ser representada más que como un “ensamblaje”, como una escultura móvil, con partes de mi cuerpo que pueden mantener el balance, mientras otras partes lo pierden.

Esto ha sido refrescante ya que me da más espacio y áreas en las cuales explorar la armonía. He comenzado ha identificarlo más con la palabra “equilibrio” (igual libertad) en vez de balance. También mantengo la idea de que el balance global puede ser una composición de otras configuraciones o lugares de balance. Esto me da la impresión de que la situación es más una “geografía de equilibrios” mas que una simple idea bidimensional que solo funciona en un plano.

La cuestión central del anterior Tai Chi Thoughts me ha ayudado mucho a apreciar una distinta clase de relación entre yin y yang y ha incluir un nuevo ingrediente en mi representación de estas dos energías. Explorando la idea central, ahora creo que la geografía del balance –la manera en que existe y se expresa- es más como un fenómeno tridimensional. El centro de este balance es un importante y necesario ingrediente que ha menudo pasamos por alto, ya que estamos demasiado involucrados con la “acción”, la expresión de la periferia de la rueda. De igual modo que es a menudo facil pasar por alto la necesaria y profunda práctica de las posturas de meditación estáticas a favor del deseo de mejorar las transiciones externas y los movimientos de la forma de Taichi.

Normalmente nos manejamos más con las partes más funcionales, ruidosas y moviles de nuestra existencia, tendiendo a ignorar la discreta y silenciosa subordinación de nuestras relacciones y nuestro ser. Sin embargo, dentro de nuestro estudio y práctica del Tai Chi Chuan parece de gran importancia no ignorar ninguna subordinación o cualquier jugador en el campo, o espacio entre los jugadores, el campo, incluso el cielo por encima del campo.

Parece como si la belleza de los principios fundamentales del Tai Chi es que cuando los ponemos en practica correctamente nos dan más espacio, más libertad dimensional y más tiempo para explorar la geografía del equilibrio.

-Dorian

Wolfe responde:

En una clase de principiantes me requirieron para demostrar una postura en particular. Me sucedió en una clase que ha desarrollado la tendencia de pedirme demostraciones frecuentemente. Según me preparaba para mostrarlo, un pensamiento cruzó mi mente, el cual compartí con la clase:

”Era habitual para aquellos que conocimos al Profesor referirnos al Profesor como un estraño en una tierra estraña. Era un hombre quintaesencia Chino, exiliado por el destino primero de su amada tierra natal a Taiwan, y de allí a unas tierras aun más extrañas de USA. Algunos años después, barbara Davis sugería que quizá más que un hombre fuera de lugar, el Profesor Cheng era un hombre fuera de tiempo. Que era de los antiguos, en un sentido de tan alejado de la moderna China como de Occidente.”

Tras esto demostré la postura. Y tal como la terminé me sorpredí ¿de donde me ha venido esta pequeña historia?

Bien, aquellos de nosotros que eramos sus estudiantes avanzados no hubieramos soñado con preguntar al Profesor si nos demostraba la forma. Siendo conscientes de su sentido de lo correcto, hubiera sido irrespetusos. Simplemente no se hacia.

En ese momento, mientras hacia la demostración, autoindulgéntemente me congratule. Soy, pensé, más progresista que el profesor, más flexible.

Más tarde en la misma clase me pidieron otra vez una demostración de una postura. Esta vez tracé la línea, diciéndole a la clase que lo haríamos juntos. Según lo hacíamos me di cuanta que los estudiantes que me habían preguntado no estaban mirando. En ese momento me di cuenta una vez más que el Profesor era un anciano listo y que esa antigua tradición aún tiene un gran merito en nuestra era de progreso.

Cuando terminamos, les comenté que nustras frecuentes “demostraciones” estaban fuera de equilibrio.

“Me podeís ver demostrarlo un centenar de veces y no tendrá el valor de hacer juntos la forma. Pero cuando lo hacemos juntos, mirarme o mirar al estudiante avanzado que esté al frente. Es mucho mejor observar con vuestro completo ser, observando como haceís la postura, intentando ser uno con el profesor. Necesitamos aprender a observar –no con nuestros ojos- con nuestra energía”.

-Wolfe

Wolfe escribe:

Suzanne me envio este poema. Como ella, me habla preciosamente del Taichi. Tambien me recuerda a nuestros estudiantes en le Republica checa, algunos de los cuales espero ver pronto.

Wolfe, he aquí este poema en cual estoy trabajando con estudiantes que parezca que hable del Tai Chi. Disfrutalo.

--Suzanne Strauss

Soy yo quien debe empezar

Soy yo quien debe empezar
Una sola vez comienzo, una sola vez intento
aquí y ahora
en este mismo lugar
Sin escusarme
diciendo nada
sería más facil en otro sitio
sin grandes discursos ni
gestos ostentosos
todo la mas persistente
-- para vivir en armonía
con la “voz del Ser”, tal como
la entiendo en mi interior
-- tan pronto como empiezo
repentinamente descubro
para mi sorpresa, que
nunca he sido el único
ni el primero
ni el más importante
que se ha puesto
en este camino
Que todo esté perdido
o no depende por completo
de que lo este yo o no

~ Vaclav Havel ~

(Traducción al Ingles por Paul Winston)
(Traducción al Castellano por J. Félix Fernández)

 

Jon Doyle Escribe:

Hola Wolfe,

Tengo un par de cosas que han estado dando vueltas en mi cabeza. Puede parecer que no estan relaccionadas pero he comenzado a comprender que todo está relacionado. Lo primero es que mi abuela a fallecido este Miércoles por la mañana. Sufría demencia senil y era una persona completamente distinta que la que conocí mientras crecia. Me pregunto si tuvieses algo que decir sobre como trabajar con el chi puede afectar nuestro estado mental según vamos envejeciendo. Hay muchas historias de maestros que han sido capaces de elegir el momento para dejar este plano de existencia. Muchos de ellos eran de edad avanzada y parece ser que mantenían sus facultades mentales intactas. Finalizaré esta pregunta con un: ¿Que piensas al respecto?

La segunda pregunta. Esataba practicando esgrima la semana pasada. Mi compañero, en un momento determinado dijo, “Prefiero mantener las espadas por debajo de nuestras cabezas, ya que algunas veces la gente se golpea en la cabeza”. Me pregunto como responer cuando si estamos bien conectados, esto puede permitirnos golpear hacia el cuello en vez de a la muñeca.

--Jon

Wolfe responde:

Tienes mi más profunda simpatia. Mi madre sufrio de Alzheimer, mi padre de otra forma de senilidad; no ha habido nada en mi vida tan difícil y doloroso.

El beneficio más básico para nuestra salud de nuestra práctica es la manera en que produce salud interna, vitalidad y equilibrio en nuestros órganos internos, lo cual modera el deterioro de la edad – ralentiza el declinar como decía el Profesor. Son buenas noticias para nuestro cuerpo y mente.

Entonces está la virtud del flujo del Chi. Gran parte de la enfermedad del envejecimiento es la rigidez y calcificación, bloqueos del flujo de la energía vital. (“ La dureza es la disciplina de la muerte; la suavidad es la disciplina de la vida.”). El efecto del Taichi es mantenernos sueltos y relajados – corporal y mentalmente – más que duros y rígidos.

Sin embargo, no es la fuente de la juentud. A menudo pienso en el Profesor, “El rio de la muerte no tiene fin. Hay 10.000 maneras de entrar en él”. He escrito sobre como al final de su vida, el Profesor parecía que nos informase de su inmediata marcha. No existían signos aparentes de enfermedad, pero el parecía al tanto de un gran cambio, y que “Debeís preguntar ahora, ya que no estaré por aquí mucho más”. El vivió hasta los 75, habiendo construido una maravillosa vida alrededor de una pobre genetica, y fue un león hasta el final. Y pudiera ser que el no quisiera atravesar el sendero del declinar.

Me parece que la elección de los sabios a que te refieres pudiera ser algo sobrevalorado. De alguna manera muchos amigos hacen la misma elección – lo que lo diferencia de los sabios puede ser simplemente que ellos son conscientes de que lo están haciendo. De alguna manera nuestra vida es un guión que nosotros mismos escribimos. Si somos victimas, es de la negatividad que llevamos a nuestra pantalla.Una vez más, la diferencia con el sabio es que ellos estan “tapped” a la parte se encarga de escribir el guión; el sabio sabe quien está realmente al cargo. Felizmente – lleguemos o no al nivel de sabios – el estudio del chi tiende a mantenernos optimistas fluyendo en el dulce mar de la vida.

Y sobre la segunda pregunta, si realmente estamos conectados seremos capaces tanto de protegernos a nosotros como a nuestro oponente – nuestros cortes serán gentiles, no expresando su potencial para el daño. Sin embargo, como única excepción, no debemos elevar la mano que sostiene la espada por encima de nuestra cabeza. El Profesor “cuando elevas la espada por encima de la cabeza, las 10.000 hadas de la espada se rirán de ti.”( El profesor uasaba 10.000 a menudo, es el clásico numero chino para infinito”. En general, si la espada está sobre nuestra cabeza, estás indefenso y tus manos deben preceder a la espada en el ataque, lo cual las hace vulnerables.

Por ultimo, comentar a Jon que he estado buscando la relacción entre sus dos preguntas, pero lo dejé y me concentré en responder cada una de ellas.

Dos ideas excluyentes: ¿Buscamos la Victoria sobre los otros o la inmersión en el rio del Tao?. Al final de la vida de mi madre, cuando estaba en lo más profundo del Alzheimer, la visitaba ocasionalmente y teníamos las mas increíbles discusiones. No había lógica alguna para ellas, nada a lo que una persona centrada en la moderna sanidad pudiese conectar, pero había una salvaje sabiduría para ella en el medio de su condición. Era como si fuese necesario para ella dejar su sitio en el juego, las rigidas estructuras y los estandares de la burguesía a los cuales dedicó su vida a conseguir, antes de ser capaz de llegar a las tierras de la apertura y el amor en que realmente residimos.

-Wolfe

(Fin de Taichi Thoughts, Volumen 7, Número 10. COPYRIGHT © 2007 WOLFE LOWENTHAL)