La Sala de la Felicidad. ( Cheng Man Ching )
Que la alegría imperecedera se reúna en esta sala. No la alegría de un banquete suntuoso, que desaparece cuando nos levantamos de la mesa; ni aquella que la música produce sólo por un tiempo limitado. La belleza y una cara bonita son como flores; florecen por un momento y después mueren. Incluso nuestra juventud se escabulle rápidamente y desaparece.
No, la felicidad duradera no está en estas cosas, ni en las tres dichas de Jung Kung. Podemos olvidarlas, porque la dicha a la que me refiero está muy lejos de ellas.


Dentro del armamento tradicional del Tai Chi Chuan, la espada recta es considerada como el arma más difícil de dominar. Es bien conocido el proverbio chino que reza “100 días para dominar el sable, 1000 días para dominar la lanza y 10000 días para dominar la espada.
Esta es la historia de dos ríos. Uno de ellos, de nombre Yang Tsé, o río amarillo, está entre los más importantes del mundo. Al otro, nadie se molestó en ponerle nombre, así que lo llamaremos Hsüan, que significa escondido. Yang Tsé nació del matrimonio de un enorme glaciar y una montaña orgullosa en el centro del mundo, y aún en la tierna infancia era fuerte, brincando con energía de peña en peña.
El empuje de manos es una parte fundamental del Tai Chi Chuan y tambien una de las menos exploradas. Cada vez hay un mayor número de estudiantes interesados en profundizar en este aspecto, y por esta razón quisiera compartir parte de mi experiencia como practicante apasionado de tuishou.
No es tarea fácil escribir acerca de alguien que no has conocido, sobre todo alguien tan excepcional como debió de ser el Profesor. Es como intentar describir una cultura antigua a partir de unos trozos de vasija y huesos. Sin embargo, podemos intuir mucho de su persona estudiando su arte, leyendo sus escritos o hablando con las personas que aprendieron con el. Ojalá logre transmitir un poquito de lo que se ilumina en la mirada de Wolfe Lowenthal cada vez que habla de su Maestro.