La Sala de la Felicidad. ( Cheng Man Ching )
Que la alegría imperecedera se reúna en esta sala. No la alegría de un banquete suntuoso, que desaparece cuando nos levantamos de la mesa; ni aquella que la música produce sólo por un tiempo limitado. La belleza y una cara bonita son como flores; florecen por un momento y después mueren. Incluso nuestra juventud se escabulle rápidamente y desaparece.
No, la felicidad duradera no está en estas cosas, ni en las tres dichas de Jung Kung. Podemos olvidarlas, porque la dicha a la que me refiero está muy lejos de ellas.